jueves, 30 de diciembre de 2010

26ª en el Post Capitalismo



¿Somos humanos o bailarines?

Qué pasó con todas aquellas inquietudes que parecían tener la fuerza de una tropa de caballos.
Qué fue de esos sueños de viajar por el mundo conociendo lugares que habíamos marcado en el globo terráqueo con un pequeño círculo y un dibujo de nosotros mismos.
Qué pasó con nuestros sueños y con las flores.
Qué barrió con esos ideales de no venderse del todo, de hermanarse con todo aquello que deseábamos.
Hay un teoría que dice que cuando uno crece, se vuelve adulto y acepta las cosas tal cual son, las digiere a diario hasta que no hay casi diferencia entre afuera y adentro, se supone que eso puede ser civilizarse; hay otras teorías, muchas otras, entre ellas la que dice que madurar es el proceso indicado y sin poner afuera lo que llevamos dentro este proceso no es posible, no nos civilizamos, no aportamos nada nuevo a nuestra querida comunidad humana llamada civilización.

Es cierto que el trabajo rutinario, que el sudor de quien no cantó y trabajó de sol a sol nos trajo hasta aquí en el ámbito material del progreso pero fue también el sueño de quienes eligieron soñar trabajando y darlo todo el que nos trajo hasta aquí en el ámbito de los derechos del progreso, existen tantas teorías y opciones de trabajar y soñar como personas o aun más y vale la pena descubrir cuál es nuestra teoría y comprobarla nosotros mismos en el día a día.
No desmiento las posibilidades de que aburguesemos nuestros ánimos con el tiempo, que perdamos nuestro Norte de vez en cuando o que una y otra vez encontremos solo la rutina marcada pero mejor es intentar estar ahí afuera de verdad y exponernos y reafirmarnos antes que la posibilidad de soñar nos parezca lejana y caduca.
Para poner afuera lo que hay dentro necesitamos un código, un puente entre nuestro micro sistema de creencias y el macro sistema del cual formamos parte, siempre necesitamos de cierto reconocimiento ajeno para crecer de manera social, es probable que al crear este puente nos volvamos magos y magas del lenguaje y sus posibilidades, es necesario, es una pequeña meta personal, el civilizarse.

Y mientras en la playlist aquel cantante se sigue preguntando de rodillas si somos humanos o si somos bailarines yo ya tengo mi respuesta: somos ambos, tenemos un costado humano que nos hace ir a lo establecido, un rasgo caracterizado por el miedo que nos impide o dificulta romper con la estructura social que nos envuelve y un costado bailarín que nos hace abrir puertas donde no las había, que nos hace cantar y soñar con cosas impensables, que nos permite bailar como si no nos estuviesen viendo. Mi costado humano ya tendrá su tiempo, este nuevo año elijo comenzarlo bailando sin censura y mesura con los ojos cerrados en un lugar oscuro lleno de luces flúo que representen nuestras ciudades, nuestros símbolos, nuestros valores, creando nuevos pasos de baile hacia algo distinto, más grande, más libre.


MKSS

martes, 7 de diciembre de 2010

25ª carta en el post capitalismo



La carta de la trans-formación

Sin darme cuenta cambié de escenografía, deseaba que fuese así como entre dormido

Mi escenario es global, soy un ciudadano de la globalización en crisis, ahora es Barcelona quien pega las imágenes detrás de mí.

Todo tan nuevo, que casi es ilusorio.

Algunas personas comienzan a quedar en la distancia como pequeños puntos vistos desde la altura, siendo apenas reflejos virtuales de sus manos, de sus ojos, sus abrazos y
voces.

Otras se acercan, posibles nuevos encuentros alrededor, lazos del destino en cada
esquina, suspendidos.

Y así quedé, momentáneamente deambulando sostenido sobre la ciudad, perdido pero conmigo: las ramblas, el mar, las montañas, las calles del modernismo, los hombres, los números, los árboles, las mujeres, las olivas, la transformación…

No había rincones, había una ciudad entera por descubrir, tenía una cama en la cual dormir, un
metro que tomar, 2 paradas; un ferrocarril que coger, 2 estaciones.

El olor a cloacas y el aroma a sol es el mismo en todas las ciudades

Pero en cada ciudad, en cada olor, en cada esquina

Hay una luz, una sombra y una historia.

Qué suerte entonces es poder volar a contra viento, que suerte poder desplazarse desdiciendo la historia, transformándola,
recortando las palabras letra por letra
dejándolas caer lentamente sin sentido definido hasta perderlas de vista, para volver a formar nuevas
palabras con las cuales pensar y re interpretarnos como seres sociales inseparables del sol y de la
luna.

Antes de volar: llegar a un punto e intentar flotar, reintentar tener el control
de la situación y finalmente dejarse caer como desvanecido soltando palabras como gritos,
caída libre y si lo miras desde otro punto “volar”

Darse cuenta que volar se ve comprendido en varios pasos y entre ellos está el ser consciente de
haber elegido sentir la sensación de vértigo extremo previa al vuelo y subir y subir la cuesta para luego dejarse caer, planeando
volar es saberse,
es disfrutar de los recovecos y saltar desde ellos hacia otro punto,
alimentarse de las sombras mientras el viento te peina las cejas para luego aterrizar en donde quieras y no ignorar más al vacío porque aun con cierre hermético está y es donde se apoya el centro de tu cuerpo.

--
MKSS

jueves, 28 de octubre de 2010

24ª Carta en el post capitalismo

Dios había dejado de existir hace rato, aunque todavía existen células funcionando bajo ese patrón, algunas de ellas mías. Cómo terminar de reciclar aquellas vivencias que a veces parecen salir con la fuerza de un bumerán, que vuelve con la misma intensidad que con la que fue lanzado, un fenómeno de la física.

A volar se había dicho y tenía la sensación que todo quedaría atrás, que al despegar la velocidad me quemaría con luz, desintegrando mi historia, dejándome liviano, suspendido.

Disponiéndome a desgastar mis alas en ello me había soltado al aire, volar sobre el océano es como caminar por su suelo, cruzar a la otra orilla de uno mismo.

Ahora estoy cansado, mis omóplatos perdieron sus alas, el cuerpo perdió su calor

Me pesa la cabeza, me duelen los hombros

Todavía siento vértigo, aunque hayan pasado seis meses o más, o menos, aun cuando quien viaja en aquel bus aéreo no soy yo, ni él que deja aquella bruma blanca sobre el cielo, pues soy él que lo mira sobre la arena, tendido, tratando de recordar el tiempo.

La arena se me escapa de las manos y es la sensación de no poder detener el tiempo, congelar la imagen o parar el movimiento la coprotagonista del momento.

La angustia es un estado mental/emocional distinguido, le permite a uno volar de un momento a otro sin siquiera moverse pero es imposible sentir un miedo o una alegría antes de que te atraviesen.

No puedo abrazar al mar pues es inmenso, no puedo tener la arena en mi mano por mucho tiempo.

Afuera se está cayendo todo, se está volviendo polvo

Me queda disfrutar de la arena corriendo por mis manos y mis pies, me queda ver atardeceres del otro lado del atlántico, me toca crearme alas y volar tras el sol una vez más, ser yo mismo el movimiento.

MKSS

lunes, 20 de septiembre de 2010

23ª carta en el post capitalismo

El tiempo del fuego

Que equivocado está el hombre

Cuando se piensa centro

Cuando quiere controlar

Imponiendo un orden esquelético sobre el desordenado equilibrio de la naturaleza.

Lo veo en veredas

Cuando se descubre capaz de podar un árbol, lo mutila.

Lo escucho en las escuelas

Cuando se encuentra capaz de educar a un niñ@, lo censura.

Lo recuerdo en las calles y en las plazas

Cuando capaz de tomar armas en nombre del orden, mató generaciones enteras de hombres y mujeres llenos de sueños.

Lo siento por lo bajo, como un murmullo molesto que me zumba en la cabeza,

Silenciándonos con los medios y el azúcar blanco,

matando a millones de hambre y de escombros en el camino.

Lo sufro pues viéndose capaz de recorrer su seno madre, ambicioso, lo destruye.

Me doy cuenta que no se trata de las incapacidades del hombre,

todo lo contrario.

Entonces brindo por descubrirnos capaces de organizarnos en redes y sistemas sustentables, donde todos iguales sepamos compartir la generosidad del suelo y del cielo.

Brindo por quien extiende su mano, por quien elige ser fuego en el corazón

pues el tiempo del fuego se acerca.

MKSS

jueves, 26 de agosto de 2010

22ª carta en el post capitalismo

El Arco de Colores

Las historias pasan, solo queda el conocimiento.

El hombre camina de Sol a Sol sin saber por qué.

No es una profecía, es una realidad, el orden natural se está re-ordenando.

Todo gira en un sentido

Hemos vuelto desde el principio

No venimos en busca del color

Pues somos los colores

No venimos en busca de la palabra

Pues somos el sonido que vibra

No venimos por la razón

Pues no la necesitamos

El Sol, nuestro alimento

El Agua, nuestro cuerpo

Por la Tierra vamos, nuestros pasos no se sienten,

avanzamos por las noches, en los sueños, despertando.

No hay a que temamos, pues le damos de comer al lobo en la mano

Nos verán aparecer de a miles como rayos y desaparecer en un instante,

Estamos en todas partes pues estamos donde queremos ser.

Somos una unidad vuelta una nación de seres conscientes,

por dentro niños eternos

Preservar la luz, el objetivo.

Ser el puente, la misión.

Quien despierte pasara por el fuego y bailará

Quien dormido esté se quemará

Y devolverá sus cenizas a la Mar.

Quien se empecine en destruir, quien proporcione muerte despertará en sudor frío y

la hostilidad de la vida lo rodeará día y noche.

No habrá refugio para él, correrá el hombre tras la furia de su madre,

correrá deseando nunca haber olvidado su origen.

Del otro lado del movimiento, el conocimiento que desea ser deseado.

La paz será la realidad de quien elija vivirla.

El miedo será el camino sólo de aquél que lo siembre en sus pensamientos.

Míranos y escúchanos pues estamos aquí para eso.

Somos el arco y tú, la flecha.

MKSS

viernes, 23 de julio de 2010

21ª carta en el post capitalismo

Naturalmente concedida, la condición del ser, rodea, cubre y llena al mismo tiempo, estalla sin perder la forma.

No se busca, porque se la encuentra y se la pierde en el mismo instante

fluye, invade todo lo que es.

Es como el viento doblando en la esquina, no se piensa, no se siente, es.

Cae, choca, rebota, como una gota de agua en un arroyo
No se pregunta, no especula, no programa, se entrega y así alcanza.

Se funde como el trueno, se fusiona como el rayo.
Se resigna como la roca de la montaña y flota como el aire.
Se calma como un océano de olas que alcanza la playa.

No hay violencia, no hay excesos
No hay faltas, no hay paz
No hay antes, no hay vida
No hay después, no hay muerte.

Todo muta, se transforma
pasa de un extremo al otro sin límites, sin quiebres
como un haz de luz que refleja sus colores
como el fuego que se muere y nace automática, silenciosamente
como mi cuerpo volviendo a la tierra,
como el bosque que no trepa ni baja la montaña,

Todo es como un eterno mediodía, como vos, yo soy.

MKSS

miércoles, 7 de julio de 2010

20ª Carta en el post capitalismo


Soy el verdín de las rocas

Y la sal del mar

Mi voz es el viento

Nadie la puede callar

Salvo ella misma

Soy el sonido de las alas de los colibríes y también el ruido de tus maquinas

Soy plena vibración

No hay rincones inalcanzables para mí

Pues soy el aliento, soy la vida

Trasciendo a este hombre y te abrazo, ¿puedes sentir por lo bajo, enraizada y vibrante tu propia voz? Escúchala

Tengo el poder de imaginar en millones de colores y sonidos

Tengo el poder de la voz y de crear en las manos

Conozco las leyes de la acción y el poder de la unión

Sé las direcciones posibles de los vientos

Reconozco los elementos y los sentidos para percibirlos

Desconozco los límites del tiempo y del espacio

He vuelto, soy tu sueño, soy la roca y el verdín

Soy tu joven consciencia, verde por fuera, roja por dentro

Mi canto es violeta y te alcanza, te moja como una tormenta de verano.

MKSS

jueves, 24 de junio de 2010

19ª carta en el post capitalismo

Me voy, querida Munro, me fui, me estoy yendo. ¡Gracias!

Mi padre te vio transformarte de huerta a monstruo industrial

Yo te vi transformarte de monstruo industrial a pájaro.

No tuviste otra oportunidad, ridícula quedabas llena de maquinas estacionadas, pasada de moda, pasada de era.

Juntos llevábamos mi bagaje, el de él, el nuestro.

Cinco años lunares fueron suficientes para ti y para mí.

Gracias, te repito.

Fueron tus paredes con moho, ahora azules

Fue tu hostilidad, ahora vida.

Colmamos de seres tus rincones y escaleras, plantamos cactus en tus cornisas

Dibujamos en tus paredes contándote tu nueva historia.

Aquí dejo mi corona de rey del reino del no imperio

Aquí se va la monarquía del amor

Ahora comienza el post capitalismo y es verde para ti y para mí.

MKSS

viernes, 28 de mayo de 2010

18ª carta en el post capitalismo

El barrilete o el ancla

A lo mejor un término medio será lo indicado, entre dejar que me lleve el viento y tomar decisiones apresuradas para sentirme en tierra firme.

¿Cómo? No sé, eso me lo dirá el viento.

A lo mejor en vez que me lleve el viento tendré que permanecer en un sitio geográficamente emocional, emocionalmente cambiante y nuevo.

Permanecer y dejar que sea el cuerpo aéreo que recoja mis deseos, mis secretos al oído.

No controlar, si no elegir.

No arrebatar, si no ofrecer.

No culpar, si no ser responsable.

No entristecer, si no llorar de alegría, que es limpiar, que es sanar.

Qué es soñar.

Sin duda compartir las noches en los sueños, los días en las risas, los caminos de las palabras, las texturas de la materia, montarse espectáculos amateurs con los colores del alma.

Música con alas: gracias.

Gracias manos

Gracias pies

Gracias Sol.

Pecho que se abre, aire fresco de eucalipto en él.

Ronroneos, voces anti-ansiedad, anti-locura provocadora de los actos sin presencia.

Me lluevo y me seco

Y me temo sorprendido y agradecido, que tendré que ser yo, yo mismo y yo -en mis hermanos y hermanas- mi toalla y mi paraguas.

Llover es crecer

Es ser brote, tallo, rama y flor.

A lo mejor un término medio sin limites

Seré unidad entonces, no me plantaré en ninguno de los extremos imaginarios.

Avasallante en los espacios y en los no-espacios, me planto en la tierra y doy millones de flores de todos los colores, las doy sin miedo porque sin miedo me han sido entregadas, florecidas, desde mi corazón/raíz.

No hago, soy: el arco iris entero, la luz y la no- luz también, mi propio arco y fecha.

MKSS

martes, 26 de enero de 2010

17ª carta en el post capitalismo

He buscado ser bello y posicionado,

errado en que la necesidad de reconocimiento saciaría.

He intentado ser más bueno, esperando el abrazo de un padre aún más grande (¿dios?), que curará y perdonará mis imperfecciones.

En algún lugar/momento de mi infancia donde me sentí descuidado genere la estructura ideal de vulnerabilidad necesaria para quedar desprotegido por propia elección, siendo víctima y victimario, la posición aquella devenía del castigo aliado de la culpa.

No hay dios y no hay belleza que alcance.

Hoy cultivo la belleza que es reflejo del bienestar intimo.

Los alimentos, los estímulos y el cuerpo quedan donde están pues sólo son lo que son.

Comenzar a asomarse fuera de ese rompecabezas emocional fue difícil

pero sentir el Sol en la cara fue algo que me remitió a lo más profundo de mí ser:

la llama más ardiente.

Al cabo de un rato, diría que al cabo de unos 23 años, acabo por sentirme a mí mismo:

El calmo/ansioso, el niño/sabio, el seductor/provocador, el creador/propiciador, el culposo/perseguidor, el prejuicioso/imitador, el cínico/violento, el ingenuo/inocente, el valiente/ visionario.

Todas y cada una de mis partes tienen lugar en esta sinfonía al aire libre. En el cielo las veo. Sus torsos brillantes reflejan al Sol y la sensación gloriosa de desplazarse a su antojo.

Aves como puntas de flechas marcan el camino en el cielo, en el suelo

su sombra, recuerdo único que nos guía a la libertad innata.

De todos elegí al creador/propiciador por su capacidad de accionar embelleciendo adentro y afuera.

Me voy tornando aquella ave soñada,

Tal vez un cóndor dorado por el Sol o azulado por la Luna,

que vuela entrelazando, unificando tal vez

Cada día más libre y aéreo me reconozco,

Vivo soñando que vuelo.

MKSS