viernes, 23 de julio de 2010

21ª carta en el post capitalismo

Naturalmente concedida, la condición del ser, rodea, cubre y llena al mismo tiempo, estalla sin perder la forma.

No se busca, porque se la encuentra y se la pierde en el mismo instante

fluye, invade todo lo que es.

Es como el viento doblando en la esquina, no se piensa, no se siente, es.

Cae, choca, rebota, como una gota de agua en un arroyo
No se pregunta, no especula, no programa, se entrega y así alcanza.

Se funde como el trueno, se fusiona como el rayo.
Se resigna como la roca de la montaña y flota como el aire.
Se calma como un océano de olas que alcanza la playa.

No hay violencia, no hay excesos
No hay faltas, no hay paz
No hay antes, no hay vida
No hay después, no hay muerte.

Todo muta, se transforma
pasa de un extremo al otro sin límites, sin quiebres
como un haz de luz que refleja sus colores
como el fuego que se muere y nace automática, silenciosamente
como mi cuerpo volviendo a la tierra,
como el bosque que no trepa ni baja la montaña,

Todo es como un eterno mediodía, como vos, yo soy.

MKSS

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