viernes, 28 de mayo de 2010

18ª carta en el post capitalismo

El barrilete o el ancla

A lo mejor un término medio será lo indicado, entre dejar que me lleve el viento y tomar decisiones apresuradas para sentirme en tierra firme.

¿Cómo? No sé, eso me lo dirá el viento.

A lo mejor en vez que me lleve el viento tendré que permanecer en un sitio geográficamente emocional, emocionalmente cambiante y nuevo.

Permanecer y dejar que sea el cuerpo aéreo que recoja mis deseos, mis secretos al oído.

No controlar, si no elegir.

No arrebatar, si no ofrecer.

No culpar, si no ser responsable.

No entristecer, si no llorar de alegría, que es limpiar, que es sanar.

Qué es soñar.

Sin duda compartir las noches en los sueños, los días en las risas, los caminos de las palabras, las texturas de la materia, montarse espectáculos amateurs con los colores del alma.

Música con alas: gracias.

Gracias manos

Gracias pies

Gracias Sol.

Pecho que se abre, aire fresco de eucalipto en él.

Ronroneos, voces anti-ansiedad, anti-locura provocadora de los actos sin presencia.

Me lluevo y me seco

Y me temo sorprendido y agradecido, que tendré que ser yo, yo mismo y yo -en mis hermanos y hermanas- mi toalla y mi paraguas.

Llover es crecer

Es ser brote, tallo, rama y flor.

A lo mejor un término medio sin limites

Seré unidad entonces, no me plantaré en ninguno de los extremos imaginarios.

Avasallante en los espacios y en los no-espacios, me planto en la tierra y doy millones de flores de todos los colores, las doy sin miedo porque sin miedo me han sido entregadas, florecidas, desde mi corazón/raíz.

No hago, soy: el arco iris entero, la luz y la no- luz también, mi propio arco y fecha.

MKSS