jueves, 18 de septiembre de 2008

segunda carta en el post capitalismo la lenta evolucion del ser humano

¿Cuánto nos cuestionamos la pobreza?
¿Acaso llegaremos a entenderla cómo estándar de calidad de vida y como rol social?
¿Hay una necesidad social de marginar, someter y denigrar?
¿Esa necesidad es la única manera de establecer un nivel privilegiado, al cual pertenecer o aspirar?
Esto ocurre casi automáticamente: uno nace dentro de un determinado padrón social, adopta su lenguaje de símbolos y lo reproduce, adopta uno también las condiciones como propias.
¿Yo soy toda esta información acumulada o soy la esencia y el cuerpo que la nutre en vano?
Si no hay pregunta no hay reacción, si no hay acción todo queda estático
El pobre sigue siendo pobre, el puto sigue quedando afuera
La mujer se queda en casa, el sexo queda aburrido y escondido
El personal es sometido debido a su capacidad cultural
Y el hambre sigue matando por puro antojo, acomodo y privilegio ajeno.
En mayor o menor medida la pobreza aparece como un denominador común en las sociedades a lo largo de la historia. Aparentemente un problema eterno sin solución para quienes lo cuestionan vagamente y un nivel social necesario para quienes dependen de mano de obra barata y de masas adormecidas por el hambre, la falta de estímulos positivos y la constante marginación.
El árbol es madera para uso humano cuando sólo se lo trata como recurso
El perro es objeto domestico cuando sólo satisface nuestra necesidad de compañía
El hombre va y viene a trabajar cuando sólo es tratado como el eslabón viviente de la cadena productiva
Pero ¿qué es la pobreza?
Si no es más que la escasez de recursos y oportunidades que a muchos les faltan y a pocos les sobran.
Civilización tras civilización, la mayoría de las sociedades se han construido sobre la misma estructura piramidal, generando grandes diferencias entre quien dirige el poder desde la punta y quienes lo tienen, sostienen e impulsan con sus manos desde la base.
¿Acaso no estamos listos para romper este repetido y obsoleto sistema social?
Ya sin reyes nombrados por los dioses, ni el santísimo clero, ni siquiera fe en el latifundio industrial.
Otra forma de organizarnos nos espera, sólo hay que querer ser parte.
Hoy nos urge manifestarnos en un sistema que nos integre y valore a todos sin diferencias.
Esta nueva forma de organizarse no nace en las instituciones, es una nueva escala de valores que aflora desde nuestra sangre y se vuelve realidad al despertar, romper con lo establecido y vivir la vida tal como uno quiera: caminando por la urbe, devorándola y devolviéndola, rociada de amor y libertad.
Estamos preparados como humanos para atravesar una etapa crucial en la historia que nuestros genes contarán a las generaciones venideras. Estamos en el punto de fricción entre la destrucción y la creación, en el punto donde todo quema, el ánimo se marea y la forma pierde su línea.
No hay nada que se pueda revertir, está todo lo que se puede aprender.
Abre la puerta o rompe el vidrio, sal como sea pero sal: respira profundo.
No hay nadie arriba, no hay nadie abajo
Mira a un costado: están los árboles y los animales, aquiétate y respétalos, ellos tienen el conocimiento.
Mira hacia el otro costado: todos los hombres y mujeres
Todos lo niños, obsérvalos y aprende, ellos son el poder del futuro.
¡Despierta! Es hoy el post capitalismo.
MKSS

Corrigio: Daniel Duque Gil

miércoles, 10 de septiembre de 2008

primera carta en el post capitalismo: panorama invernal del corazón

Quiero ser planeador, controlador y observador.
Planear no me cuesta (podría planear hasta el fin del mundo)
Controlar me sobrepasa, me frustra.
Observar es lo más difícil cuando lo planeado no ocurre y no puedo controlarlo,
Y solo me queda observarme, confundido y sin que hacer
Solo mirar hacia fuera y hacia dentro y ver:
¿Por qué lo que me rodea no me satisface?
Y que puedo hacer para sentirme bien y no correr
hacia algún mecanismo no deseado y ya obsoleto,
entonces... el invierno se adueña de mi corazón lentamente,
como un rey a quien le ha tocado su tiempo.
No desgarra mis sueños,
Estos se han vuelto inmunes a los desvaríos de la vida,
Pero me lleva a una leve sensación de melancolía.
El teléfono no vibra ni suena,
No vibra mi pecho.
La televisión no ayuda a más que seguir en la sintonía perdida
(esta sensación de estar aparte y no tener ganas de ser participe)
¿Es una epopeya el equilibrio?
¿O es lo que se logra al mantenerse estable en la inestabilidad?

Hoy (otro día por cierto) la ciudad parece equilibrada;
La calle, la urbanidad, mi paraíso.
Me senté al lado del árbol (en pleno cemento)
Sentí el sol, un señor se puso entre nosotros,
Ahora siento su vicio-placer.
La vida se torna un poco más clara:
Lo inestable es parte, lo feo pertenece
Lo incomodo, incomoda.
Los picos emocionales, los barullos mentales forman parte de mi crecimiento, son constantes;
Pero también son constantes el compromiso, la predisposición, el coraje.
En la transición niño-hombre,
A veces soy muy niño, a veces soy un hombre
A veces me guía mi voz, a veces mi experiencia
Muchas me siento ansioso, otras a tiempo
Y de vez en cuando dejo pasar los días, las horas y los momentos,
Sin embargo hoy lo importante es que me reconozco con mis tiempos.

He roto todas mis reglas y aquí estoy.
Mire a lo lejos creyendo que lo sabia todo,
En el horizonte irrumpió el sol, mis ojos se cegaron entonces.
He llorado por eso, pero hoy todo esta bien,
Mi cara esta limpia, mi mirada sigue puesta en el horizonte,
Mi alma en el cuerpo, mis pies en el camino.
Reconozco al sol y lo siento:
La primavera traerá consigo mucho, más de lo que uno espera.
MKSS

Corrigio: Daniel Duque Gil