miércoles, 7 de marzo de 2012

Trigésima carta en el post capitalismo

Se fracciona el tiempo y mi personalidad se vuelve más quebradiza, quién iba a decir que detrás de tantos tejidos flexibles había tanta dolencia todavía, no sabría decir cuánto más de ésta habrá, los recovecos no se ven hasta que no se encuentran pero además de dolor viejo había oscuridad , tranquilidad y vacio...

Suena un eco que retumba un grito de incertidumbre que brotó hace años desde la profundidad de mi ser y que al chocar como una suave onda contra una roca en algún lugar del imaginario me vuelve hecho el dibujo de una flor que se entreteje con los colores que ven mis ojos.

Las cartas no son como los ecos, que retornan, las cartas siempre se remixan en las cabezas, se leen de otra forma.


En el futuro cercano habita la posibilidad de una realidad muy distinta, puede que se haya gestado esta oportunidad de tanto pensar en el futuro. En este futuro que viviremos el cambio más significante es el cambio de mentalidad, estamos en un proceso en el cual ambas mentalidades conviven dentro y fuera de nosotr@s, pero la nueva mentalidad había llegado para quedarse como una mar que lo inunda todo, viejas creencias y obsoletos paradigmas que sostienen al mundo del revés en el cual vivimos desaparecerían lentamente bajo las aguas.

Estas generaciones que vivenciamos e interiorizamos el cambio no somos más que la punta del iceberg de lo que vendrá. Si quieres te lo puedes tomar como una misión, el vivir intensamente y a consciencia, es un camino sin retorno, el dejarse ser para asumir la creación de nuevas realidades comenzando por nosotr@s mism@s.

¿Energías moviéndose? Eso siempre, por nuestras venas, por los cables de electricidad, por los ríos de lava, en el oleaje, en los oleoductos, en mis piernas cuando suben las escaleras, en las legumbres, en el Sol, en el intenso calor de nuestros cuerpos corriéndose.

El corazón de la Tierra acelera sus latidos y nos agita, así vamos cada vez más rápido, puede ser un punto de vista; que l@s que vamos cada vez más rápido somos una parte no mayoritaria de la población mundial, otra forma de verlo.


En la oscuridad me siento a salvo, es como una gran madre que me acoge incondicionalmente, así es la mente inconsciente, universalmente consciente porque todo lo empapa y unifica.

En los días sin Luna se la puede ver, comienza a calarse por entre los granos de arena desde esa parte del mundo que se nos escapa de la mente, el submundo, el mundo más profundo bajo las aguas; silenciosamente gotea por las tuberías, se cala en el aire entre las moléculas, diminutos puntos de sombra descansan sobre nuestros rostros por la noche, mientras por dentro somos la noche más profunda en comunión con esa oscuridad de donde venimos y que llevamos hecha cuerpo.


Puede que todo lo escrito sea una contradicción de algo que hecho, pensado o sentido, lo más seguro es que sea así y que lo siga siendo pero también es seguro que es mucho más, la vida es una contradicción como la aprendemos a vivir.

En contradicción del mundo te encuentras cuando ves el mundo y hablas del mundo como lo percibes, pues se habla del mundo de otra forma, se dicta una realidad diferente a la que ves. Pero, ¿ cómo te sientes si sientes que eres el futuro y que has llegado para quedarte? Si es así, me lo tomo todo de otra forma, creo que los dinosaurios y esa forma depredadora y bélica de moverse por el mundo desaparecerán tarde o temprano, siento el pulso de la Tierra desde el centro de mi cuerpo, se me es inevitable vivir y sentir así, es más fuerte que mi personalidad cultural, ésta se transforma en una plástica manera de explicar otros puntos de vista. Me he cambiado el nombre una y otra vez y mi forma de entender y sentir, de pensar, hablar, comer, recordar, todo cambió: mi ubicación, mi cabeza, mi forma de integrar a mis ancestros en mi vida, de intentar descifrar el legado de mi historia y de qué forma iba yo a contarla. Me he creído a mí mism@ mujer panasexual en cuerpo de hombre biológico, en otras palabras me creo mental-plastica-sexual-social- poéticamente persona trans. Trans discurso también y discursos trans por supuesto, transcursos de los ríos de las letras o símbolos que pasan por tu mente, que caen de manera vertical infinitamente sobre los significados de la vida que se corre en todo tu alrededor. Lluvia de realidades diferentes de solo pensarlo, cuentos que se cuentan solos, ropas que se cuecen al sol son los géneros, nosotr@s somos carne, hueso y sangre caliente.

Lo contrario es siempre contradicción, contradicción de qué, el mismo lenguaje se contradice, por qué iba a dejar de contradecirme yo todo el rato, “para qué” era otra cosa y era para re aprenderme más rápido. Para legitimarse un@ mism@ tiene que representarse un@ mism@ dentro y fuera, una contradicción es un cambio de discurso y un cambio de discurso puede ser una nueva forma de ver y actuar la realidad.


Un cambio de discurso y un buen dialogo interno es el comienzo de un nuevo estado en mi mente:

Despierto de un sueño montado por no sé quién y quedo ahí en lo alto de la montaña de cuerpos, veo pasar a lo lejos a la perra azabache corriendo con un pedazo de carne rostizada en la boca, me veo a mi mism@ en imágenes intermitentes como un niño, una perra rabiosa, un joven fornido con su pene erecto en las manos y como esta reina de corazones hundida entre los cuerpos con su mirada púrpura que mira al cielo y a su alrededor mientras esboza la más satisfactoria de las sonrisas, al tiempo que levanta su puño en el aire y ríe, y llora acongojad@, jajajjjjajajjaj, he ganado en mí la guerra de los géneros, de las cuerpos, de las identidades, la guerra del poder.

Ahora me dejo vencer porque ganar más no tiene sentido, así voy e iré vencid@ y entregad@ a mi mism@, con una suave sonrisa,

y refugiaré en mi pecho la nueva cultura que es la de antaño

y dentro de poco seré la alarma del despertador

y el repicar de las campanas contando las horas

y los granos de arena moviéndose muy lentamente

y ese vaivén de las caderas todas

esa suave curva que encierra todo cuando cierras tus ojos.


MKSS

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