La Mar
Un año lunar separo nuestros labios
Los míos: rojos, de carne.
Los tuyos: blancos, de espuma.
Te abrazo al encuentro
No hay más que agua en tu cuerpo, que todo lo rodea, eres la Mar.
No hay diferencias entre nosotros pues mi piel es parte del tejido que nos une.
No hay separaciones: cuando yo inspiro tu olas tocan mis pies, cuando exhalo vuelves a las profundidades de tu estomago.
Tu voz es fatal, no hay quien no oiga tus palabras, tu llanto/canto.
Inconmensurable es tu presencia, tu oleaje, tu lucha constante.
Dos lunas separan nuestros labios
Los míos: calidos, de pan tibio.
Los de él: frescos, de menta.
Son diferentes las orillas del continente,
diferentes son los océanos que nos miran y peinan,
los relieves que pisan nuestros pies, diferentes nuestras auras por separado.
Extraño sus caderas, sus ojos y mucosas, su sueño, su enojo, su palabra, su seño y el latir de su pecho.
Me abrazas al encuentro
Tú eres la mar
yo soy el hombre.
Nuestro aliento
uno
Juntos la consciencia plena que todo lo empapa y rebalsa.
Inconmensurable mi presencia, mi oleaje, mi lucha constante.
No hay como tu viento para barrer con el dolor y la inestabilidad de la consciencia.
No hay como tu sal para curar las heridas,
como tu constante movimiento, tu vaivén, para entregarse.
MKSS
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