jueves, 1 de enero de 2009

6 Carta en el post capitalismo

Q.E.P.D.

Un día llovió, la lluvia besando la sucia cara de la ciudad arrastró la ira y los gritos, dejando en su lugar tan sólo su música en armonía con su movimiento.
La ventana que se abre es aquella que me trae el viento húmedo y arremolinado,
aquella que me deja ver siempre nuevos horizontes y atardeceres, la nueva música del cuerpo, del sexo, del oleaje, las ganas de ver, descubrir y viajar, de dejar que la vida corra por las venas y que se manifiesten las lecciones.

Lo mejor de estar solo con uno mismo es que después de un rato esas voces críticas que uno ponía en personas externas se oyen desde adentro, son los miedos más profundos que buscan comenzar a ser reconocidos y trabajados.
Ese preciso momento (el de la comunicación íntima con uno mismo) tiene dos filos: por un lado el pensar qué tan rígido y prejuicioso es uno con uno mismo (y, en consecuencia, con los demás); y por otro lado, la satisfacción de que entonces uno puede bajar el volumen de esas voces hasta quedar en silencio y disfrutar de ese piano libre que le ha movido el alma.
Ahora sé el por qué de la mirada profunda y triste en el fondo,
también sé que no hay ayer sin mañana pero que hoy estoy a salvo.

Me salen por los poros las viejas vivencias,
las experiencias me traspasan, me inunda el calor, sudo mi propia existencia.
Tan, tan intenso vivir despierto: la necesidad constante del suspiro aliviando la carga
desinflando el pecho, hogar del amor y de los miedos.

La muerte lejana es reciente asimilada,
la muerte no avisa, actúa como parte de la vida.
Las tormentas, las lágrimas pasan, mojan y se van,
uno queda tambaleándose con los pies en el barro.
Observar y vivir al mismo tiempo sin poder controlar nada, es duro pero es lo real.
En vida uno queda arrastrándose, o tumbado, o ciego, o negado hasta que se para y continúa su andar, al paso que pueda, al ritmo que quiera.

No más juegos tristes para mí, no más juegos peligrosos
Yo estoy vivo, tú no.
Tú no tienes la opción, yo no tengo tu atención.
Libres, jubilosos, juguemos ahora que el agua está cálida, que los caminos son seguros,
ahora que los padres están despiertos y nos esperan.

Que en paz descansemos todos
para siempre unidos
hermanos y amigos
la muerte es un sueño, la muerte es paz, la muerte es vida.
La muerte con moho está, las voces dormidas quedarán.

MKSS

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